jueves, 1 de noviembre de 2012

LA SINUSITIS Y SUS IMPLICACIONES DENTALES



La sinusitis es una enfermedad frecuente que se debe a la infección e inflamación de uno o más de los senos paranasales (senos frontales, maxilares).

Suele acompañarse con malestar general y cefalea.
CAUSAS:
La causa primaria que conduce a la sinusitis es la obstrucción de los orificios de los senos lo que impide el drenaje del moco allí producido. 
Los causantes más habituales son las bacterias (Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Moraxella catarrhalis son algunas de las bacterias).

Existen otros factores asociados a la sinusitis que son rinitis alérgica, rinitis vasomotora, síndromes de deficiencia de anticuerpos, disfunción ciliar, fibrosis quística, cuerpos extraños e infecciones dentales, entre otros.

SINTOMAS:
* Cefalea (dolor de cabeza fuerte), especialmente con los movimientos
· Secreción mucopurulenta (amarilla, verde o con sangre)
· Fiebre
· Tos, sobre todo durante le sueño.
· Dolor al masticar
El dolor no es el primer síntoma que se presenta en condiciones patológicas de los senos paranasales.

Su presencia indica generalmente que el proceso patológico de los senos paranasales se ha extendido más allá de los límites de los senos.
Debido a la cercanía del seno maxilar con los dientes, estos pueden verse afectados y el dolor puede referirse recíprocamente.

Sin embargo cuando el problema primario es en los senos paranasales, estos generalmente se ven afectados bilateralmente.

Y los dientes aunque permanecen vitales ante pruebas eléctricas pulpares, pueden presentar dolor a la percusión pero sin signos de infección a nivel intraoral.

La sinusitis crónica puede inducir una cefalea persistente; ésta es consecuencia del aumento de la presión intracavitaria secundario a la acumulación de moco.
En estos pacientes la evacuación de las secreciones va acompañada con cesación del dolor.

MANIFESTACIONES BUCALES: Las complicaciones bucales están relacionadas con la presencia de abscesos alveolares en premolares y molares superiores debidas a su proximidad con el proceso infeccioso de los senos maxilares.

En ciertas oportunidades, la sinusitis maxilar puede cursar con dolor dentario o edema de mejilla o párpado inferior.
En las odontalgias que generalmente son causadas por sinusitis del seno maxilar.

El paciente reporta dolor sordo y continuo en los dientes y sensación de extrusión de los mismos.

Condición que puede estar acompañada de congestión nasal, dolor a la presión en el área de la maxila, fiebre, molestia retroorbital, malestar general y descarga purulenta por la nariz.


TRATAMIENTO:
· La sinusitis debe ser tratada por un médico especialista otorrinolaringólogo o internista.
·El tratamiento se basa en permitir el drenaje de las secresiones acumuladas en el seno afectado, esto se logra mediante descongestivos y antiinflamatorios.
· Se utilizan antibióticos para disminuir el número de bacterias, si el padecimiento es mayor algunas veces hasta cirugía debe hacerse.

RECOMENDACIONES:
* Intente siempre expulsar la secreción post-nasal, se puede ayudar con gárgaras de agua con sal.
* No abuse de los medicamentos de venta sin receta médica.
* No fume y evite los lugares con mucho humo.
* Evite los lugares con aire acondicionado.
* Mantenga un tratamiento adecuado si es portador de alguna forma de rinitis crónica.

LA NUTRICION Y SUS DIENTES


Una buena nutrición no es sólo necesaria para llevar una vida saludable, también juega un papel clave en el desarrollo y la protección de una buena salud dental.
Una buena salud dental es parte de una vida saludable.

La salud dental es un elemento imprescindible para tener una vida saludable.

No es sólo tener dientes saludables o no tener enfermedades, significa tener dientes, encías y boca saludables, relajados y útiles.

La salud dental también facilita una buena nutrición. 

Necesitamos tener los dientes y las encías saludables para masticar y tragar los alimentos eficazmente y para absorber los nutrientes indispensables que nos proporcionan una salud general.

De la misma manera, una nutrición buena y unas costumbres de alimentación adecuadas fomentan una buena salud dental.

LA IMPORTANCIA DE UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE: 

Los dientes de leche se empiezan a desarrollar durante el segundo mes de vida del embrión y se calcifican antes del nacimiento del bebé.

Los dientes permanentes se empiezan a calcificar justo antes del nacimiento del bebé y todas las coronas de los dientes permanentes, excepto las de las muelas del juicio, están formadas para cuando el niño tiene 8 años de edad.

Lo que comemos y bebemos no sólo juega un papel importante en el desarrollo y protección de los dientes y las encías de hecho, la caries y las enfermedades de encías son dos de las enfermedades más comunes hoy en día y se pueden prevenir simplemente mejorando la dieta.

La enfermedad de encías afecta los tejidos blandos que sujetan los dientes y es la mayor causa de pérdida de dientes en adultos.

Los nutrientes que participan en la formación y salud de los dientes y las encías es fundamental.

Entre ellos se encuentran el calcio, el fósforo, el flúor, la vitamina D, vitamina A y las vitaminas del grupo B.
Estos nutrientes, esenciales para la formación y mantenimiento de las estructuras del organismo en general, y de los dientes y encías en particular, son indispensables en la dieta a todas las edades si queremos conseguir y mantener una boca sana y una sonrisa bonita.
La leche y los productos lácteos son un grupo de alimentos que constituyen una fuente excelente de la mayoría de estos elementos: calcio, fósforo, y vitaminas A y D y B.

Estos son los nutrientes más importantes para tener una buena salud dental:

• LAS PROTEÍNAS:

Son importantes para la formación de los dientes.

La desnutrición causa un retraso significativo en la erupción de los dientes de leche.

Hay estudios que sugieren la existencia de una relación entre la desnutrición temprana y la aparición de caries (los dientes poco desarrollados y bajos en calcio son más vulnerables a las caries).

 EL CALCIO, LA VITAMINA D Y EL FLÚOR: 

Son necesarios para la formación de dientes fuertes durante el proceso de calcificación dental.

El CALCIO:
Es un elemento imprescindible en la formación de los huesos y los dientes.

El 99% del calcio existente en nuestro cuerpo se encuentra en ellos.

El 1% restante está en la sangre, en el líquido extracelular y en el tejido adiposo.

El calcio es necesario para la transmisión de los impulsos nerviosos, para la contracción muscular, para la coagulación de la sangre y para el funcionamiento del corazón y el mantenimiento de la presión arterial.

Además previene la formación de tumores de colon y la formación de cálculos renales.

Se recomienda una cantidad media de 1.200 mg de calcio al día.
Si no se ingiere una cantidad suficiente, el organismo se ve obligado a extraerlo de los huesos para asegurar este 1%.

Con ello, los huesos se debilitan por lo que, no sólo se favorece la aparición de la osteoporosis, sino también de enfermedad periodontal.

El hueso que acusa antes la pérdida de calcio es la mandíbula (especialmente el hueso alveolar, que es el que soporta al diente).

Por ello, el diente pierde su soporte y aumenta su movilidad.
Al aumentar el consumo de calcio se han encontrado mejoras en los procesos inflamatorios y en la movilidad dental. Por esto es especialmente conveniente aumentar el aporte de calcio en personas que sufren enfermedad periodontal.
Dónde se encuentra:
La principal fuente de calcio para nuestro organismo es la leche y sus derivados.
El aporte óptimo de calcio se consigue con unos cinco o seis vasos de leche, tanto entera como desnatada, cinco o seis yogurt o unos 150 gr de queso en porciones.

Hay otros alimentos que contienen calcio como los cereales, las verduras u hortalizas de color verde oscuro, las nueces, las habichuelas y el pescado pequeño que pueda comerse con espinas como sardinillas o boqueroncillos

LA VITAMINA D:
Tiene una importante función en el mantenimiento de la salud ósea y dental.
Facilita la absorción de calcio y fósforo, los cuales son necesarios para tener huesos y dientes sanos, y para mantener en buen estado nuestro sistema nervioso.

Mantiene los niveles adecuados de calcio en sangre.
Dónde se encuentra:
La vitamina D la encontramos en el pescado, aceite de hígado de pescado, margarina, huevos, leche y productos lácteos.

Una parte de esta vitamina se forma en la piel por acción de los rayos solares, de ahí la importancia de exponernos al sol moderado, sobre todo los niños (están en época de formación dental y ósea) y los ancianos (disminuye la capacidad de absorción digestiva de la vitamina D aportada por los alimentos).

Una falta de vitamina D durante la infancia causa retrasos en la aparición de los dientes de leche y permanentes, y modifica el orden en el que los dientes salen.

El flúor disminuye la posibilidad de padecer caries al endurecer el esmalte de los dientes, reducir la capacidad de la bacteria para producir ácido y fomentar la formación mineral.

• LAS VITAMINAS C Y K:
Son importantes porque mantienen las encías saludables.

La vitamina C mantiene fuerte el tejido de las encías y la vitamina K controla la pérdida de sangre.
La falta de vitamina C afecta las encías y el tejido blando que sujeta los dientes.

LA VITAMINA C:
Interviene en la formación de glóbulos rojos, favorece la absorción del hierro, aumenta la resistencia a las infecciones y tiene una acción antioxidante o antienvejecimiento.

Tiene un papel importante en el desarrollo y mantenimiento de la salud de dientes y encías. Interviene en la síntesis de colágeno de las encías y del resto del organismo.

El colágeno es necesario en la formación de la piel, músculos, vasos, órganos internos, etc. y su función es fundamental en los procesos de reparación y cicatrización de estos tejidos.

Además, interviene en la formación de cartílago, tendones, huesos y dientes, favoreciendo la adecuada formación de material osteoide y la función de los osteoblastos.

La vitamina C protege la integridad de los vasos sanguíneos, manteniendo su adecuada permeabilidad, con lo que a nivel del periodonto protege de los ataques bacterianos.

El déficit de vitamina C:
Produce una menor resistencia a las infecciones y una alteración en la cicatrización de las heridas que se hace más lenta.

Si el déficit es pronunciado, se producen síntomas como tumefacción y hemorragia de las encías y facilidad para que salgan hematomas con golpes mínimos.
Si progresa, se producen pérdidas dentarias.
Estos son los síntomas característicos del escorbuto.
Esta enfermedad era frecuente en los marineros que se embarcaban largas temporadas sin consumir fruta fresca.
Dónde se encuentra. En los cítricos (naranja, limón, mandarina, pomelo, etc.), kiwi, soja fresca, tomates, pimiento verde, lechuga, patata, coliflor, etc.

 LA VITAMINA A:
Es una vitamina liposoluble fundamental para el buen estado de la piel y las mucosas e interviene en la función de la visión.

Es importante para el desarrollo del sistema nervioso y la formación de hormonas sexuales.

Además, interviene en la formación y desarrollo de los huesos y los dientes, previene las infecciones y tiene función antioxidante y anticancerígena.

Su déficit produce alteración de la estructura de huesos y dientes y resecamiento de las mucosas con lo que aumenta la predisposición a caries e infecciones.

La falta de vitamina A durante la formación de los dientes interfiere con la calcificación dental y como resultado el esmalte de los dientes no se desarrolla completamente o se desarrolla pobremente.

Dónde se encuentra:

Se encuentra en alimentos de origen animal (en forma de retinol) como pescado, hígado, yema de huevo, mantequilla, queso, leche entera o enriquecida.

También se encuentra en alimentos de origen vegetal (en forma de betacaroteno) como albaricoque, melón, zanahoria, mango, melocotón, espinacas, tomate, etc.

• UNA FALTA DE RIBOFLABINA produce la inflamación de la lengua y la inflamación o el agrietado de los labios. Costumbres alimenticias que afectan la higiene dental

USO INADECUADO DEL BIBERÓN:
En muchos casos, beber jugos u otras bebidas azucaradas, en lugar de agua, en biberón o taza causa caries infantiles. Esto puede ocurrir cuando se acuesta a los niños con el biberón o cuando usan el biberón o taza con frecuencia durante el día.

ALIMENTOS RICOS EN AZÚCAR O ALMIDÓN:
Aunque los niños y los adolescentes necesitan dietas que proporcionen mucha energía, esto no significa que deban tomar durante el día refrescos y meriendas que contengan grandes cantidades de azúcar.

Se ha relacionado la existencia de altos niveles de bacteria que causa caries con la consumición de alimentos ricos en azúcar o almidón (especialmente los alimentos pegajosos), caramelos duros, refrescos, jugos de frutas, galletas, pasteles, tartas y papas fritas en bolsa.

Estos alimentos pueden producir caries porque al reaccionar con la bacteria que hay en los dientes producen ácidos que corroen el esmalte de los dientes.

FRECUENCIA DE COMIDAS: Además de una higiene dental deficiente, el factor más importante relacionado con las caries es la frecuencia de comidas.

Cuanto más frecuentes sean las comidas, mayor es el riesgo de tener caries.
Esto es debido a que comer a menudo fomenta el crecimiento de la bacteria bucal que a su vez aumenta el nivel de acidez en la cavidad bucal.

RECOMENDACIONES PARA LOS PORTADORES DE PRÓTESIS TOTAL O REMOVIBLE


A la hora de llevar por primera vez una prótesis en boca, el paciente se encuentra, además de con la dificultad de acostumbrarse a su nueva situación oral, con el desconocimiento de los pasos necesarios para su cuidado e higiene.
Y tan importante como reponer los dientes perdidos es mantener la prótesis en perfecto estado, por lo que este apartado puede resultar de gran interés para el paciente portador de la misma.
Pero no todas las prótesis necesitan los mismos cuidados, y por ello las agruparemos en distintos apartados.
Prótesis total removible
Es aquella que el paciente puede quitarse y ponerse él mismo y que repone todos los dientes de una arcada. Las recomendaciones para su mantenimiento son las siguientes:
Limpiar la prótesis después de cada comida o al menos enjuagarla bajo el 
grifo y limpiarla adecuadamente por la noche. 
Para ello se utilizará un cepillo con cerdas en ambos lados y un jabón neutro, es decir, gel de ducha o manos, utilizando el lado con menos cerdas para las partes más estrechas y de difícil acceso.
Para evitar fracturas si se escurre la prótesis, es recomendable poner agua en la pila para amortiguar la caída.
Sumergir la prótesis en una solución desinfectante durante aproximadamente quince minutos una vez por semana: antisépticos bucales comerciales, lejía al 1-2% o lejía con agentes descalcificantes, vinagre.
Se recomienda retirar la prótesis de la boca unas 6-8 horas al día para el adecuado descanso y oxigenación de las mucosas, sobre todo si existen antecedentes de apretamiento de los dientes.
Durante este tiempo la prótesis debe conservarse en un medio húmedo, pero no sumergida en agua, sino sobre una servilleta mojada dentro de una caja.
Prótesis fija
Es la que el paciente no puede retirar de la boca, sino que va cementada a los dientes tallados, es decir, reducidos en espesor y altura.
Su limpieza consiste en el cepillado de todas las coronas o puentes con cepillo dental y pasta dentífrica.
Para el póntico (funda que sustituye al diente o dientes ausentes) se utiliza además una seda dental especial llamada Super-floss que se pasará entre el póntico y la encía de dentro a fuera o viceversa, facilitando así su limpieza y evitando la acumulación de restos alimenticios.
Si se detecta algún cambio en la prótesis debe consultar con el odontólogo sin demora.
De todas maneras, se aconseja un control periódico de la misma a intervalos de tiempo regulares para tener un control de las caries y enfermedad periodontal, y así poder efectuar un diagnóstico precoz.
Prótesis parcial removible
Es aquella que puede ser retirada por el paciente, es decir, que no va cementada en boca, pero no repone todos los dientes de una arcada como la prótesis total removible, sino algunos de ellos.
La longevidad de la misma dependerá tanto del paciente (grado de higiene, asistencia a revisiones, etc.) como del odontólogo (valoración periódica de tejidos duros y blandos y de la adaptación y estabilidad de la prótesis).
El paciente debe tener claros unos puntos en cuanto a inserción y desinserción de la prótesis.
Para ponérsela se debe coger con ambas manos, se lleva al lugar que le corresponde y se coloca en su posición final, pero jamás mordiendo con los dientes antagonistas para así evitar deformaciones.Para quitársela se toman los ganchos con los dedos pulgares, y con los índices se levanta, siguiendo la trayectoria correcta.
Con el paso del tiempo se manifiestan cambios orales y problemas que necesitan un reajuste, un rebasado (aplicación de una capa de resina en la cara interna de la prótesis) o una reparación para que la prótesis siga cumpliendo su misión, tanto si hablamos de la prótesis parcial removible como de la prótesis total removible. 
Estas situaciones que requieren corregir la prótesis son: la edad, la variación de peso, el desgaste de las superficies masticatorias, la reabsorción de la cresta ósea, la pérdida o extracción de algún diente, fracturas de la prótesis, desajustes de la prótesis con anclajes, etc.
Las pautas de higiene de este tipo de prótesis son exactamente iguales que para la prótesis total removible. 
En cuanto a su uso durante el sueño diremos que se puede dormir con la prótesis puesta o no, según la comodidad del propio paciente