La implantología dental es
la disciplina de la odontología que se ocupa del estudio de los
materiales aloplásticos dentro o sobre los huesos de maxilares para dar apoyo a
una rehabilitación dental.
Tiene como objetivo sustituir dientes perdidos mediante la colocación
quirúrgica de un implante en el hueso maxilar o mandibular.
Los implantes dentales pueden ser de diferentes tamaños,
superficies y materiales. Sobre los implantes se diseñan las rehabilitaciones
protéticas que van a permitir restituir las funciones masticatorias, fonéticas
y estéticas del paciente.
La elección del tipo de implante que se pone en los pacientes se realiza
en función del diagnóstico, pronóstico y del plan de tratamiento
interdisciplinario entre el odontólogo general con un especialista en cirugía,
periodoncia o prostodoncia.
Actualmente la mayoría de los implantes intraóseos tienen forma de una
raíz dental y los materiales para su fabricación emplean materiales altamente
biocompatibles como el titanio, que le permite una unión al hueso biológicamente
estable denominada Oseointegración.
¿Qué es un implante?
El implante es un tornillo realizado en titanio puro y
que ha sido sometido a un tratamiento especial en su superficie para garantizar
la óseointegración al hueso.
Se trata de una prótesis médica biocompatible, apta
para ser implantada en el cuerpo humano y por lo tanto sometida a los más
severos controles sanitarios desde su fabricación hasta la colocación al
paciente.
Es una pieza de alta precisión, diseñada para resistir
fuerzas muy considerables, como las realizadas por los maxilares en el proceso
de masticación y que debe reunir unas condiciones de mecanización perfectas en
cuanto al ajuste de su cabeza con las piezas protésicas.
Por todos estos motivos es importante trabajar con
implantes de calidad reconocida.
Una pieza dental restaurada con un implante se compone
de tres partes: el tornillo, el conector y la corona o funda.
Diferentes tipos y tamaños de implantes.
Existen multitud de tipos de implantes en el mercado.
En cuanto al material podemos distinguirlos en
implantes de titanio de superficie lisa o de superficie rugosa, según el tipo
de tratamiento de superficie que hayan recibido.
En un principio todos los implantes eran de tipo liso
pero en la actualidad hay estudios que demuestran la mayor rapidez y calidad de
oseointegración del implante de tipo rugoso.
En cuanto al mecanismo antirrotatorio se dividen
básicamente en implantes de hexágono interno, de hexágono externo.
En un principio fue más común la utilización de
sistemas de hexágono externo, sin embargo en la implantología actual la técnica
más recomendable es la combinación del hexágono interno y el cono, que nos
ofrece la capacidad de bloqueo por fricción, que permite realizar una prótesis
más estable en el tiempo y nos brinda más posibilidades estéticas en la
rehabilitación protésica.
En cuanto a su diseño hay implantes autorroscantes e
implantes que no lo son.
El diseño autorroscante ofrece una mayor estabilidad
primaria y facilidad de colocación y reduce considerablemente la posibilidad de
recalentamiento del hueso durante la cirugía.
Estos implantes tienen un menor índice de fracasos
según los estudios realizados.
Los primeros implantes no eran autorroscantes, sin
embargo la evolución de las casas fabricantes ha desarrollado cada vez diseños
más autorroscantes.
La importancia de la
prótesis.
Diferentes tipos de prótesis sobre implantes:
Por lo general los pacientes suelen estar bastante
informados de lo que son los implantes en lo que se refiere al aspecto
quirúrgico, pero muy pocas personas saben las diferentes opciones que hay a la
hora de elegir la prótesis.
En todo tratamiento de implantes la prótesis es
fundamental, no solamente porque es lo que se verá una vez terminado el
tratamiento, sino porque además de ella dependerá el grado de comodidad y
funcionalidad y en definitiva la calidad final del tratamiento.
Así pues, es importante tener en cuenta que los
tratamientos de implantes constan de dos fases: la cirugía y la prótesis.
Y aunque la cirugía resulte siempre más llamativa y
preocupe más al paciente, desde el punto de vista profesional la fase protésica
es igualmente compleja y requiere conocimientos técnicos precisos, habilidad y
un buen sentido de la estética para poder llevarse a cabo con resultados
plenamente satisfactorios.
En cuanto a los
diferentes tipos de prótesis que pueden colocarse sobre implantes podemos
establecer una primera clasificación entre las prótesis removibles (de quitar y poner) y las prótesis fijas.
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