Si le han extraído
(sacado) un diente, usted tendrá que cuidarse bien la boca.
Si comienza a hacer ciertas
cosas desde el primer día, podrá sentirse mejor y sanar con más rapidez.
Para ayudar a controlar el
sangrado, muerda firmemente la gasa que le ha colocado su dentista.
La presión ayuda a formar un
coágulo de sangre en la cavidad del diente.
Si sangra copiosamente,
muerda una bolsa de té normal; el ácido tánico presente en el té ayuda a formar
un coágulo de sangre.
Siga mordiendo la gasa o la
bolsa de té hasta que deje de sangrar.
Es normal que el primer día
experimente una leve pérdida de sangre.
Para aminorar el dolor, tome
los calmantes prescritos tal como se lo hayan ordenado.
No conduzca mientras toma
calmantes para el dolor, ya que éstos pueden darle sueño.
Pregúntele a su dentista si
puede tomar medicamentos, en caso de necesitarlos.
Para rebajar la hinchazón,
póngase un empaque de hielo en la mejilla, cerca del sitio de la extracción.
Para hacer un empaque, ponga
hielo en una bolsa plástica y envuelva esta última en una toalla delgada.
Aplíquese el empaque de
hielo en la mejilla durante 10 minutos, luego quíteselo por 5 minutos.
Repita este procedimiento
cuantas veces sea necesario.
Limite sus actividades
durante las 24 horas posteriores a la extracción.
Descanse durante el día y
acuéstese temprano.
Cuando se encuentre en
posición recostada, eleve ligeramente la cabeza.
Poco después de la
extracción, le será más fácil comer alimentos blandos.
Evite cepillarse cerca del
sitio de la extracción, y no use pasta dental, porque al enjuagársela podría
desalojar el coágulo de sangre.
Pasadas 12 horas, tal vez
esté en condiciones de enjuagarse la boca suavemente.
No beba liquidos calientes,
ya que el calor puede empeorar la hinchazón.
Limite su uso de alcohol,
porque su consumo excesivo puede retardar la recuperación.
No fume, porque el
cigarrillo puede desintegrar el coágulo de sangre y causar dolor en la cavidad
dental.
Si se ha colocado sobre la
herida una gasa compresiva, morder sobre ella durante una hora, luego
retirarla.
Si sangrara aún, colocar
otra, repitiendo lo anterior. Muerde la gasa, no hables, muerde.
Traga la saliva, no escupas.
Cuanto más enjuagas, más te
va a sangrar, no para.
Puedes limpiar la
sangre-saliva, con una gasa estéril, metiéndola en la boca y absorbiendo como
si fuera un paño de cocina.
Luego muerdes una gasa
limpia haciendo un rollito con ella.
No toques la herida, no la
mires, no te enjuagues, no le hagas nada, por el plazo de 24 a 36 horas.
Debes limpiarte la herida
después de cada comida, utilizando una pinza de depilar con una bola de algodón
gordita, humedecida en agua oxigenada para heridas.
Enjuagar con agua caliente o
templada con una cucharilla al ras de bicarbonato.
Repite esto antes de
acostarte, y después del desayuno sobre todo.
No comer ni beber cosas
demasiado calientes ( café, sopa, etc. ) , el calor facilita la hemorragia.
Remplázalos por alimentos
tibios y fáciles de masticar y tragar.
No desarrolles actividades
que requieran esfuerzo físico, ni practiques deportes en la primer semana.
Podría producirse
inflamación con hinchazón violenta de la zona (Celulitis) y más dolor y a demás
hemorragia.
Tampoco practiques
relaciones sexuales activas en los primeros 3 días.
No te expongas al calor ni
al sol.
Después de la anestesia,
(dura un poco más de 3 horas ) si sientes dolor, puedes tomar el medicamento
recetado a tal fin.
Si tuvieras hemorragia por
no seguir éstas recomendaciones, límpiate con gasa estéril la sangre y la
saliva de toda la boca, y coloca una gasa comprimiendo la zona y mordiendo
fuertemente durante UNA HORA.
Repite las recomendaciones
anteriores.
Normalmente esto es
suficiente.
Transcurridas 24 a 36 horas
de la extracción, y que ya no sangre nada, debes continuar con la higiene
habitual, cepillado y cinta dental en el resto de la boca.
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