Cuando los niños comienzan a pararse y a gatear, aumenta el riesgo de que
se caigan y golpeen.
Aparte de las lesiones traumatológicas, que son de
fácil detección pues causan un fuerte dolor al niño y un impedimento inmediato
de realizar sus actividades con normalidad, existe una serie de accidentes
cotidianos que son necesarios de reconocer y evaluar para tomar la decisión
adecuada, ya sea la atención oportuna en el hogar o bien el traslado inmediato
a un centro asistencial.
Hay que estar atentos también a los golpes que se
producen en los jardines infantiles, en la hora de los recreos especialmente y
en las piscinas y plazas, donde es común que los pequeños se caigan de los
columpios o resbalines.
Los accidentes que afectan los dientes son muy
frecuentes e incluyen, en la mayoría de los casos, a los incisivos superiores.
Este tipo de
traumatismo no se debe descuidar, aunque se trate de los dientes deciduos, que
serán sustituidos por los permanentes.
A pesar de ser provisionales, los dientes deciduos son
útiles para la masticación, permiten la correcta pronunciación de algunas
consonantes y sobre todo, tienen la función de servir de base a los dientes
definitivos favoreciendo su correcto posicionamiento.
Si sufre alguna luxación...
Se habla de luxación cuando el diente afectado por el
golpe se desplaza de su posición natural.
La luxación se define como “intrusiva” cuando
el diente se desplaza hacia dentro del alveolo en el que se introdujo y por lo
tanto, parece más corto.
En ambos casos, hay que acudir al dentista u odontopediatra, para que
valore la situación.
Si el especialista lo cree conveniente, tomará una radiografía del diente
con el fin de establecer si existe un riesgo de que el desplazamiento del
diente deciduo ponga en riesgo la “salida” del permanente.
Si no existe peligro, no es necesario intervenir.
Algunas veces, el diente que se desplazó se vuelve a colocar en su sitio de
forma espontánea.
Si se cae...
Como consecuencia de un golpe, es necesario acudir al dentista, para
establecer la importancia del golpe y para determinar qué es lo que se hará en
consecuencia.
El diente deciduo no se puede reimplantar porque podría obstaculizar el
crecimiento del diente definitivo.
No obstante, es oportuno que en el espacio que quedó libre se coloque un
diente artificial, que sea sostenido por un pivote que colocará el dentista,
con el fin de mantener el espacio.
De esta manera, se resuelve el inconveniente estético y se evita que el
espacio se cierre, impidiendo a los dientes definitivos que adquieran una
posición incorrecta.
Si se rompe...
No vale la pena recuperar el pedazo roto, dado que no es práctico
reconstruir los dientes deciduos.
En cualquier caso, siempre es oportuno que el dentista valore la
importancia del golpe con respecto a la pulpa dental e indique el tratamiento
más apropiado.
Los antibióticos...
Es posible que como consecuencia de un traumatismo que haya afectado a un
diente, en la zona se forme un absceso de pus.
En este caso, es necesario llevar al niño al dentista, quién después de
valorar la situación prescribirá un tratamiento con antibiótico.
Algunos especialistas consideran prudente recetar el antibiótico incluso
después de la caída traumática de un diente, si la zona se muestra afectada por
una lesión.
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