La
encía es una fibromucosa formada por
tejido conectivo denso con una cubierta de epitelio escamoso queratinizado que
cubre los procesos alveolares y rodea a los dientes.
La
encía es contigua al ligamento periodontal y, en su exterior, con los tejidos
mucosos de la cavidad oral.
La
encía tiene por lo general un color rosa pálido y al encontrase adherido a los
cuellos de los dientes (epitelio de unión) e insertado con fibras colágenas
(inserción conectiva) forma un sellado que protege al hueso y demás tejidos de
soporte.
Se
habla de encía marginal, encía insertada y encía alveolar, según la zona bucal
donde se encuentra.
La
encía es componente del periodonto.
Las encías son un tejido del interior de la
boca, que cubre las mandíbulas, protegiendo y ayudando a sujetar los dientes.
Las
encías son visibles al levantar los labios, su coloración, si están sanas, es
entre rosácea y rojo pálido con los dientes firmemente sujetos.
Una
higiene inadecuada o insuficiente puede producir enfermedades periodontales,
incluida la gingivitis.
La encía se divide en dos regiones, la encía
libre (marginal) y la encía insertada.
Estas
dos regiones se combinan para formar la punta de la encía, que se extiende en
sentido coronal entre los dientes, lo que se conoce como papila interdentaria.
Esta
evita el impacto de la comida en la zona interproximal bajo el área de contacto
de los dientes y el establecimiento de una irritación que podría finalmente
originar alguna patología periodontal.
Es
la parte de la mucosa masticatoria que recubre el hueso alveolar y rodea la
porción del cuello de los dientes.
La
encía sana es de color rosa pálido, varía según las personas y se relaciona con
la pigmentación cutánea.
Las
personas más morenas suelen tener la encía más oscura, la forma de la encía
varía y depende del tipo de diente, su posición en la boca, la localización y
tamaño del área de contacto entre los dientes.
Es
de consistencia variable y no deslizable, la encía puede ser dura, gruesa y con
un gran número de depresiones (patrón de encía grueso) o bien blanda, fina y
sin apenas depresiones (patrón de encía delgado).
El
surco gingival es la hendidura o espacio poco profundo entre la encía y el
diente en forma de “V”.
El
sondaje periodontal consiste en la medición de este surco mediante la
introducción de la sonda periodontal y el cálculo de la distancia que penetra.
Este es un parámetro diagnóstico importante.
La
profundidad de penetración de la sonda en la bolsa depende de varios factores
como son el tamaño y forma de la punta de la sonda, la fuerza y dirección de
introducción de la sonda, la resistencia de los tejidos a la penetración y la
convexidad del diente.
La
encía adherida es la continuación de la marginal.
Es
firme y elástica.
El
ancho de la encía adherida es la distancia entre la línea que separa la encía y
la mucosa oral móvil (línea mucogingival) y la proyección a la superficie
externa del fondo del surco gingival o de la bolsa periodontal.
La
encía insertada aparece estrechamente unida al periostio del hueso alveolar y
al cemento de la raíz por medio de fibras de tejido conectivo, que se
entrecruzan en diversas direcciones.
Estos
haces tienen las siguientes funciones: mantener la encía marginal adosada al
diente, proporcionar la rigidez necesaria que soporte la fuerza de masticación
sin separarse de la superficie dentaria .
La
encía interdental ocupa el espacio entre los dientes por debajo del punto en
que contactan.
La forma de la encía interdental está
determinada por la relación de contacto entre los dientes, el ancho de las
superficies dentarias adyacentes, la línea que separa la corona y la raíz, y la presencia o ausencia de
recesión gingival.
En los dientes anteriores la papila
interdental posee una forma piramidal y está justo por debajo del punto de
contacto, en tanto que en los molares existen dos papilas más aplanadas (una
externa y una interna) y una depresión que las conecta.
Enfermedad
de las encías
La encía puede llegar a inflamarse
debido a una mala higiene dental, pudiendo afectar el tejido gingival y en un
caso más severo al hueso que sostiene los dientes.
La inflamación de la encía consta de
tres etapas:
1.
Gingivitis: en ésta primera
etapa la inflamación se da por la acumulación de placa, sin embargo el daño es
reversible, ya que el hueso y el tejido conectivo aún no han sido afectados.
2. Periodontitis: es una gingivitis
avanzada, en donde el hueso y el tejido conectivo han sido dañados de forma
irreversible.
3. Periodontitis avanzada: en ésta etapa final las fibras se
encuentran destruidas al igual que el hueso que sostiene los dientes, por lo
que se requiere de un tratamiento mucho más profundo realizado por un dentista.
Detección
de la enfermedad
Pueden presentarse problemas en la encía
si se observan algunos de éstos síntomas en la misma:
•
Enrojecimiento, inflamación o sensibilidad.
•
Sangrado en el cepillado.
•
Retracción de las encías.
•
Mal aliento.
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