sábado, 29 de septiembre de 2012

ODONTOLOGIA EN LA TERCERA EDAD


El aumento en la expectativa de vida en algunas poblaciones y la importancia de la salud vital durante todo el transcurso de la vida, han hecho que dentro del campo odontológico se creara un nuevo campo que sería conocido como odontología geriátrica. En esta especialidad se trata el estado bucal de pacientes de la tercera edad, que inevitablemente está ligado con el cuidado bucal que hayan realizado durante su vida. Durante la infancia y la adultez se presenta una gran cantidad de caries y problemas bucales, no se puede esperar que las consecuencias de sus dientes en su vejez sean diferentes, presentando grandes porcentajes en la salud odontológica de enfermedades periodontal, con una alta presencia de caries radicular y una higiene dental con hábitos deficitarios.

La odontología geriátrica trabaja sobre los cuidados realizados por el paciente y por los otros odontólogos en los años previos del paciente, lo cual refleja una dejadez en la mayoría de los pacientes en lo que respecta a su salud bucal.
Esto deja resultados con porcentajes elevados en los que se muestra una gran parte de la población con una amplia pérdida de las piezas dentales, y con un porcentaje importante aunque no tan elevado que presentan pérdida total de la dentadura.
El poco higiene que se presenta en la población con respecto a la salud bucal es tan grande que en la mayoría de los casos los que no presentan pérdidas de las piezas dentales presentan alguna enfermedad periodontal, como la posible infección de la encía que conlleva a una posible muerte del diente, lo que traerá como consecuencia la pérdida de este.
Las enfermedades más comunes están relacionadas con traumatismos, patologías tumorales, y sobre todo enfermedades infecciosas como caries y enfermedades periodontal.
Los especialistas en odontología geriátrica aclaran que cuando se presenta la pérdida de alguna de las piezas dentarias no se debe a cambios estructurados de la edad, sino que por el contrario se debe a malos cuidados a través de la vida.
El impacto que se presenta en estos en el ámbito estético es de menor cuantía si se compara con el desequilibrio que produce en la vida y en la salud la ausencia de las piezas dentales, lo cual hace que se evidencie una pérdida en la distribución de la fuerza de masticación, afectando a los dientes presentes debido al exceso de esfuerzo que estos deben realizar.
La pérdida de dientes es lo que marca la forma facial de la mayoría de los ancianos, sobre todo en aquellos que tienen como soporte la musculatura facial.
Esta realidad, de falta de higiene presente en la población, es lo que hace que el uso de las prótesis dentales sea cada vez más común.
Uno de los problemas más tratados por la odontología geriátrica es elengrosamiento y la retracción de las encías, que es uno de los casos más comunes.
Cuando esto ocurre se produce una mayor exposición del diente lo cual se evidencia en una mayor aparición, durante este momento, de caries radiculares que se pueden observar como las cavidades que se crean entre los límites que existen entre diente y diente y al borde de la encía.
Otro de los temas que se trata con frecuencia es la afección de la articulación témporo-mandibular, elemento que ayuda en todos los movimientos de la mandíbula.
Cuando en ella se presenta un desgaste en la zona del disco del cartílago debido al producto principal de la artritis, trae como consecuencia una limitación en el movimiento sano y normal.
Entre los cambios funcionales, el principal es la pérdida de saliva pues esta disminuye su calidad debido a las proteínas que la componen, lo cual afectará directamente a la formación de caries.
A continuación se presentan los principales factores que pueden influir en la salud oral del adulto mayor y en el resultado de las terapias a realizar:
-Presencia de una o más enfermedades de base.
-Terapia farmacológica variada y con frecuencia de larga duración
Para mantener su salud oral se recomienda:
1.      Cepillado, idealmente 5 veces al día (al despertar, después del desayuno, la comida, la cena y antes de acostarse) y como mínimo después de cada comida.
2.      Cepillos dentales de mango ancho y filamentos suaves.
3.      Utilización diaria de pasta dental fluorada.
4.      Utilización diaria o semanal de enjuagues bucales con flúor.
5.      De acuerdo a las capacidades motoras del paciente, utilizar aditamentos especiales
6.      Como seda dental, cepillos interdentales y eventualmente cepillos eléctricos.
7.      Control odontológico mínimo una vez al año.
8.      Consuma una dieta bien balanceada.






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