El aumento en la
expectativa de vida en algunas poblaciones y la importancia de la salud vital
durante todo el transcurso de la vida, han hecho que dentro del campo
odontológico se creara un nuevo campo que sería conocido como odontología
geriátrica. En esta especialidad se trata el estado bucal de pacientes de la
tercera edad, que inevitablemente está ligado con el cuidado bucal que hayan realizado
durante su vida. Durante la infancia y la adultez se presenta una gran cantidad
de caries y problemas bucales, no se puede esperar que las consecuencias de sus
dientes en su vejez sean diferentes, presentando grandes porcentajes en la
salud odontológica de enfermedades periodontal, con una alta presencia de
caries radicular y una higiene dental con hábitos deficitarios.
La odontología geriátrica
trabaja sobre los cuidados realizados por el paciente y por los otros
odontólogos en los años previos del paciente, lo cual refleja una dejadez en la
mayoría de los pacientes en lo que respecta a su salud bucal.
Esto deja resultados con
porcentajes elevados en los que se muestra una gran parte de la población con
una amplia pérdida de las piezas dentales, y con un porcentaje importante
aunque no tan elevado que presentan pérdida total de la dentadura.
El poco higiene que se
presenta en la población con respecto a la salud bucal es tan grande que en la
mayoría de los casos los que no presentan pérdidas de las piezas dentales
presentan alguna enfermedad periodontal, como la posible infección de la encía que
conlleva a una posible muerte del diente, lo que traerá como consecuencia la
pérdida de este.
Las enfermedades más
comunes están relacionadas con traumatismos, patologías tumorales, y sobre todo
enfermedades infecciosas como caries y enfermedades periodontal.
Los especialistas en
odontología geriátrica aclaran que cuando se presenta la pérdida de alguna de
las piezas dentarias no se debe a cambios estructurados de la edad, sino que
por el contrario se debe a malos cuidados a través de la vida.
El impacto que se presenta
en estos en el ámbito estético es de menor cuantía si se compara con el
desequilibrio que produce en la vida y en la salud la ausencia de las piezas
dentales, lo cual hace que se evidencie una pérdida en la distribución de la
fuerza de masticación, afectando a los dientes presentes debido al exceso de esfuerzo
que estos deben realizar.
La pérdida de dientes es
lo que marca la forma facial de la mayoría de los ancianos, sobre todo en
aquellos que tienen como soporte la musculatura facial.
Esta realidad, de falta de
higiene presente en la población, es lo que hace que el uso de las prótesis dentales
sea cada vez más común.
Uno de los problemas más
tratados por la odontología geriátrica es elengrosamiento y la retracción de
las encías, que es uno de los casos más comunes.
Cuando esto ocurre se
produce una mayor exposición del diente lo cual se evidencia en una mayor
aparición, durante este momento, de caries radiculares que se pueden observar
como las cavidades que se crean entre los límites que existen entre diente y diente
y al borde de la encía.
Otro de los temas que se
trata con frecuencia es la afección de la articulación témporo-mandibular,
elemento que ayuda en todos los movimientos de la mandíbula.
Cuando en ella se presenta
un desgaste en la zona del disco del cartílago debido al producto principal de
la artritis, trae como consecuencia una limitación en el movimiento sano y
normal.
Entre los cambios
funcionales, el principal es la pérdida de saliva pues esta disminuye su
calidad debido a las proteínas que la componen, lo cual afectará directamente a
la formación de caries.
A continuación se presentan los principales factores que pueden influir en
la salud oral del adulto mayor y en el resultado de las terapias a realizar:
-Presencia de una o más enfermedades de base.
-Terapia farmacológica variada y con frecuencia de larga duración
Para mantener su salud oral se recomienda:
1. Cepillado, idealmente 5
veces al día (al despertar, después del desayuno, la comida, la cena y antes de
acostarse) y como mínimo después de cada comida.
2. Cepillos dentales de mango ancho y
filamentos suaves.
3. Utilización diaria de pasta dental
fluorada.
4. Utilización diaria o semanal de
enjuagues bucales con flúor.
5. De acuerdo a las capacidades motoras
del paciente, utilizar aditamentos especiales
6. Como seda dental, cepillos
interdentales y eventualmente cepillos eléctricos.
8. Consuma una dieta bien balanceada.
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